El contundente triunfo de La Libertad Avanza en las elecciones del 26 de octubre reconfigura el mapa político cordobés, especialmente teniendo en cuenta que en 2027 se volverá a votar, esta vez para elegir presidente, gobernador e intendentes, entre otros cargos ejecutivos.
La goleada que le propinaron al PJ tiene una incidencia directa en la aparición de nuevas figuras, algunas de las cuales tienen pretensiones de gobernar la provincia en 2027.
Entre ellos está el diputado ultra mileista Gabriel Bornoroni, quien ya mandó a decir que está anotado en la primera fila de La Libertad Avanza para pulsear contra quien raye.
Bornoroni era hace tres años un joven dirigente empresario del gremio de los estacioneros de servicio, que aterrizó en La Libertad Avanza y fue ungido por los primos Menem y convalidado por Karina Milei. Fue elegido y el nuevo poder le dio un premio extra: presidir el bloque de legisladores libertarios de la Cámara Baja.
A partir de allí fue ganando espacios y, con picardía, se subió al tren de Karina y popició la nominación de una lista pura en Córdoba, antes que convocar a figuras con pasado en la política y el traje ajetreado de tanto ir y venir.
Con el bombazo de la elección, Bornoroni se cambió el sombrero y ya se puso el de candidato. Incluso, se vieron algunas fotografías con la leyenda “Bornoroni 2027”.
Nada que decir, nada que objetar. Cualquiera puede ilusionarse con un futuro político pero hay que aclarar que nada será fácil. Veamos.
Bornoroni es conocido en el ambiente empresario y ahora en el mundillo político, pero la sociedad no tiene la más pálida idea de quién es lo cual es un problema pero a esto lo puede solucionar. Tiene tiempo para instalarse pero para eso debe darse una estrategia inteligente, repleta de racionalidad y con nada de soberbia. No debe dejarse influir por las luces de la victoria que suelen apagarse prongo. Su primera misión es elevar considerablemente el conocimiento. Hoy, la gente no lo registra.
Nadie camina solo
Pero hay un dato a tener en cuenta y que Bornoroni seguramente no ignora ni puede ignorar. No corre solo en esta carrera, sino que deberá lidiar con los dos dirigentes opositores más conocidos de la provincia: Luis Juez y Rodrigo de Loredo. Cada uno con virtudes y defectos, ya están anotadísimos para conseguir el favor del presidente Javier Milei, el único capaz de tumbar las decisiones de Karina Milei y Santiago Caputo.
Probablemente haya muchas mesas tendidas en la quinta de Olivos y muchos platos con milanesas y los protagonistas yendo y viniendo, antes de la decisión final.
Los que dicen que para 2027 falta una eternidad o están groseramente equivocados o mienten (lo segundo es más factible).
Por más que un aspirante sea conocido, una candidatura no se inventa de un día para el otro. Debe ser trabajada, planificada y pasar por un delicado proceso de elaboración y para eso dos años es un tiempo suficiente pero no holgado.
Lo principal es no equivocarse ni tener conductas erráticas que habiliten a la sociedad a aferrarse al derecho a desconfiar. Los libertarios tenían hasta hace unos días dos cartas aliadas para la aventura de ganarle la provincia a un peronismo cansado y amañado que cumplirá 28 años en el poder en 2027. Ahora aparece una tercera carta de la baraja.
Veremos cómo se juega la partida.


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